miércoles, 23 de junio de 2010

OLOFY u OLOFIN



OLOFIN



Por tanto, dentro del infinito espacio de Oloddumare, Olofi representa una entidad, una personificación, y es esta la primera “Personificación definida de Dios” y que es responsable de todos los fenómenos, acontecimientos y protagonistas dentro del Universo. Como tal, personifica a Dios.



Olofi es el Creador, el Ser Supremo, el cual vive en el cielo a pesar de lo cual, pocas veces baja a la tierra. Le ha cedido a Obatalá todo lo que tiene que ver con los asuntos terrenales. Después de crear al hombre, quedó muy desencantado con su creación porque siempre se estaba peleando. Pidió a Ayáguna, orisha de los conflictos, que hubiera paz, pero éste le respondió que si no hubiera discordia no habría progreso. Olofi vive desilusionado sin interferir con los humanos. Sin embargo, en las ceremonias, se pide a un orisha que interceda ante Olofi, cuya voluntad es la que resuelve todo. Sobre diversas versiones de la creación.



Es por esta razón que los santeros y los babalaw, inician sus ceremonias después de las doce de la tarde, pues a las doce de la tarde de todos los días se le pide la bendición a olofy, viendo al sol de frente y levantando la mano, una vez esto se hace el rezo o mayuba correspondiente y nos encomendamos al orisha con el cual se va a trabajar pidiéndolo que interceda ante olofy, pidiéndole bendiciones para que el trabajo que se haga se consagre con la divinidad invocada.

ELEGUA, EL CONSENTIDO DE OLOFY


En una ocasión se reunieron los orishas y acordaron: “Vamos a quitarle el poder a Olofin porque ya está muy viejo y no puede mandar.”Pero Olofin era temible y nadie se atrevía a desafiarlo. Uno de ellos tuvo la idea de darle un susto mortal.“Se muere de miedo cuando ve un ekuté”, dijo. “Si le llenamos la casa de ratones, huirá y nosotros seremos los dueños del mundo.”El plan fue aprobado, pero olvidaron que Eleguá estaba detrás de la puerta y lo había oído todo.Eleguá fue para la casa de Olofin y se escondió. Después llegaron los orishas y lanzaron ratones dentro del ilé. Olofin, temeroso, gritó al verlos: “Los ratones me van a hacer daño.” Y corrió hacia la puerta para huir. Pero delante de él iba Eleguá diciendo: “Párese, Babá, que ningún ratón le hará daño.” Al mismo tiempo que gritaba, se los iba comiendo.Eleguá se comió todos los ratones y Olofin, lleno de furia, castigó a los conspiradores. Entonces le preguntó a Eleguá: “¿Qué puedo hacer por ti?” “Concédame el derecho de hacer lo que me venga en gana”, le respondió.Desde entonces Eleguá es el único que puede hacer lo que mejor le convenga.